Hace algunos días tuve la oportunidad de competir en el
Desafío de Guerreros, una carrera 5k con obstáculos que se realiza en terreno
montañoso y que además de creativa y divertida resultó ser una verdadera prueba
a mi resistencia y voluntad.
El ambiente no podía ser mejor en el Castillo Marroquín, música, animación, un clima
espectacular, una pista increíble, mujeres bellas, grupos de amigos llenos de entusiasmo,
sonrisas, colores, familias, público y lo más importante, un espíritu de sana
competencia en la que lo menos importante era estar por encima de los demás.
Seguramente, a lo largo del año se desarrollan mil carreras
distintas en el país, algunas por causas sociales, otras con un espíritu de
competencia bastante alto y la mayoría con algo de moda y farándula que las
convierte en escenarios perfectos para el mercadeo y la promoción de marcas.
El Desafío de Guerreros, puede tener la mayoría de esos
ingredientes, es un escenario extraordinario para la promoción y el mercadeo de
productos, también para encontrarse con gente maravillosa pero ante todo es una
prueba con un espíritu de esfuerzo y autoestima como ninguna otra.
La filosofía de la carrera lo pregona, debes hacerlo a tu
ritmo y de acuerdo a tus capacidades pero eso sí, lo importante es que te des a la tarea de
superar cada uno de los obstáculos que te vayas encontrando. Nada más parecido
a nuestro diario vivir, a la voluntad y fortaleza que necesitamos para superar los
obstáculos que se nos presentan sin distingo de clase, edad o condición.
Sin duda, el Desafío es la oportunidad de probarte a ti
mismo hasta donde estás dispuesto a luchar, es más que mirar atrás para ver si
alguien te va a superar, es superar tus temores y peros, superar esos
obstáculos que, con solo ver, pensamos que son casi imposibles para nuestra
capacidad.
Además del esfuerzo que requiere tanto físico como mental,
también se presenta como un escenario para ser honestos con nosotros mismos, en
algunos momentos puedes pasar el obstáculo aunque tengas que intentarlo varias
veces o desistir y seguir por un lado, y es ahí donde entra nuestra voluntad y
deseo de superación.
Algunos, por supuesto iban pendientes del tiempo, mejor
preparados y dispuestos a dejar una buena marca en el registro final del
Desafío pero la gran mayoría, sin importar el género, edad y condición física,
tenían como motivación probar de qué y para qué estaban hechos, pasar un día
inolvidable y olvidarse de problemas, deudas, trabajo, tristezas y cualquier
carga que se tuviera antes de empezar el recorrido.
Que gran carrera, que buenos recuerdos los que quedan y que insuperable
satisfacción la de haber terminado el Desafío de Guerreros. Lo volvería a hacer, me prepararé mejor para
esa próxima oportunidad con el fin de superar lo que hice y espero que ese
espíritu de amistad, de camaradería, de fiesta y de superación, siga presente
en cada una de las competencias por venir.
Si les interesa saber más sobre la carrera visiten el sitio: www.desafiodeguerreros.com
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