lunes, 16 de abril de 2012

La Cumbre para los mortales

Colombia vive el efecto post Cumbre de las Américas, la gran mayoría habla hoy de la interpretación del himno por parte de Shakira y se ensañan con ella por su ya demostrado cosmopolitismo que la ha convertido en ciudadana de todas partes y de ninguna.

Para mí como simple espectador, la Cumbre demostró una vez más nuestro afán como país por pretender ser del primer mundo con personajes del tercer mundo.

Enormes delegaciones se pasearon por una Cartagena desconocida para todos, libre de todo mal, próspera (por cinco días al menos), limpia, segura y llena de celebraciones por un evento que el 80% de su población no entendía o no le generaba interés.

La llegada del gran líder norteamericano, ese que en su país sufre algo similar a lo de Petro en Bogotá pero que para nosotros es lo más cercano a un ser celestial dotado de poderes sobrenaturales, arribó y se encontró con el mayor número de lagartos que haya visto en su vida. Ni siquiera en sus viajes a zoocriaderos de reptiles en la Florida había visto ejemplares de tal magnitud y variedad.

Todos querían tocar el manto de Obama, algunos esperando curarse de alguna enfermedad, los más creyentes, buscando su entrada a algún organismo internacional. Por supuesto el gran líder negro no sabía de la existencia de estos personajes y para su fortuna seguramente hoy no los recordará.

La comunidad negra cartagenera, esa que vive en la miseria mientras unos pocos en su ciudad se lucran de los miles de millones que entran gracias al turismo, veía en Obama a su líder, ese hombre que rompió paradigmas y logró lo que para muchos era un sueño.

No importaban los temas a tratar, al final ni siquiera a los presidentes les importaron mucho, lo que realmente tenía valor, era la oportunidad de ver a esos líderes en su mayoría vapuleados en sus propios países, demostrando una opulencia propia de jeques árabes, con delegaciones infinitas de esos parlamentarios que como los nuestros no se pierden un  viaje ni al interior de un volcán en erupción con tal de viaticar y pasarla bueno.

Al final, nuestros pueblos seguirán aguantando hambre, la desigualdad y el desempleo seguirán aumentando (aunque lo quieran camuflar con estadísticas de trabajo informal) y los más optimistas dirán que mostramos la imagen que desde hace mucho queríamos que el mundo conociera del país.  

No se llegó a nada en el tema de las drogas pero seguramente pulularon entre las delegaciones. La W logró una entrevista con Obama, cosa que seguramente refregarán a sus competidores durante el siguiente lustro. Shakira cantó el himno nacional con algunos nuevos elementos (cambio de frases, palabras), buscando modernizarlo y hacerlo más cercano al público joven.

Las presentadoras de farándula viajaron para cubrir los cinco minutos de interpretación del himno por parte de la estrella colombo-argentina- española-árabe y por supuesto para deleitarnos con la profundidad de sus notas, siempre llenas de curiosidades sobre los gustos de las delegaciones, su ropa y los menús de cada día.
Seguramente Evo aprovechó para caminar por las playas y saber qué se siente tener acceso al mar. Los demás mandatarios, mientras tanto, vieron como 43 mil millones de pesos colombianos casi no bastan para cubrir sus comodidades y excentricidades (incluyendo las del Servicio Secreto y su afición por las acompañantes).

Pocas veces coincido con el señor Uribe en sus conceptos, pero debo decir que en esta ocasión sus comentarios acerca de la innecesaria opulencia de la cumbre fueron acertados y me uno a ellos y a su rechazo al derroche de recursos de la nación.

No hubo documento final, no hubo consenso, la pregunta que surge es ¿qué hubo? El cubrimiento de los medios nacionales pareció más el del reinado nacional y la Cumbre como tal se quedó en discursos de integración, deseos de protagonismo y pocos resultados.

Luego de todo este montaje, como colombiano me pregunto si vale la pena seguir vendiéndole al mundo la idea de nuestro “enorme” progreso y ser un caso de éxito cuando nuestra realidad interna es muy distinta, las desigualdades crecen, la concentración de la riqueza sigue en las mismas familias, los trabajos son inestables y la forma de contratar es de beneficio solo para las empresas, las ciudades principales están deterioradas en su infraestructura, sobrepobladas y su movilidad es un fracaso.

Siempre he dicho que no hay nada peor que alguien mitómano, ahora se imaginan cómo será todo un país mitómano.

6 comentarios:

  1. Felicitaciones, excelente análisis.

    En términos generales somos un pueblo aletargado que se merece la suerte que tiene, mientras no haya conciencia social de los problemas, no va a haber mejoras, resistencia civil y pacifica es la única forma, pero siempre es mas importante la puya que lanzo el ex presidente o el concursante que eliminaron del reality de turno, lastimosamente así es Colombia, somos un pueblo desinformado, con medios de información que no son imparciales y que juegan a los intereses de los poderosos y que ademas se atreven a decir que la cumbre fue exitosa.
    Es muy grave que se venda esa imagen de bienestar en un país, donde muchos niños se mueren de hambre, donde se asesina impúdicamente a los verdaderos luchadores y donde la corrupción es tan común, que muchos la aceptan como algo natural.
    tranquiliza leer a alguien que no traga entero, necesitamos mas periodistas que informen la realidad y no lo que conviene.

    Saludos

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    1. Gracias Juan Camilo, de acuerdo con tú aporte, de nosotros depende generar cambios.
      Saludos
      Daniel

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  2. Aunque como colombiana me duele decirlo, Colombia es un país sin memoria, sin orgullo y sin dignidad.. Año tras año oigo quejarse de nuestros gobernantes, de la corrupción y de la desigualdad, pero al llegar las elecciones vuelven y votan por los mismos, sabiendo de ante mano los resultados; y lo que es peor, de esta cumbre quedó demostrado que ese es un problema de América en general, 31 (?) mandatarios reunidos y no fueron capaces de llegar a un consenso en nada, Ni con respecto a Cuba, a las Malvinas, al problema de drogas y narcotráfico, no se toco el tema de la pobreza o la desigualdad y mucho menos se habló de posibles soluciones. Si así son los que nos gobiernan que se puede esperar? Toda América esta condenada a seguir siendo tercermundista (con excepción del norte). Y ni hablar de los noticieros, las noticias principales fue el burro que querían regalar, las acompañantes de los del servicio secreto y Hillary Clinton de rumba en el bar la Havana. Pan y circo pal pueblo y todos a seguir sufriendo!! Igual ya tenemos la visa por 10 años (cómo si fuéramos muy seguido a USA)

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    1. Así es, le vendemos el alma al diablo y ni siquiera pedimos algo a cambio.
      Saludos
      Daniel

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  3. Para ser honesta de la Cumbre de las Américas, si en algunos meses o incluso días, me preguntan o le preguntan a cualquier Colombiano, lo único que podremos recordar serán los errores de Shakira, la rumba de Hilary, el escándalo del servicio secreto, el partido de fútbol con Santos y Evo y el Burro.

    De lo que si vamos a tener para rato en los medios de comunicación sera sobre los cuestionamientos sobre la suma de dinero "invertida" en mostrar una realidad ficticia de una Colombia Alegre, Segura y sin Pobreza (Otra casería de brujas).

    De los temas que se debían tratar en la Cumbre, creo que siempre se supo que estaban en segundo plano, ya que los mandatarios y sus delegaciones estaban mas interesados en las actividades "Lúdicas", que podían desarrollar en Cartagena, y siendo sinceros ¿quien no?.

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