lunes, 17 de diciembre de 2012

Carta a Papá Noel



Normalmente, la navidad es para mí una época que prefiero vivir de manera calmada, una temporada llena de nostalgia, balances y recuerdos, lejana del espíritu de rumba, trago y comida que invade a la mayoría.

Confieso que no disfruto mucho del tema de las novenas, villancicos y demás pero si me gustan los alumbrados, ese ambiente reconciliador que llega con el fin de año y sobre todo ver a mi hijo sonreír cuando destapa los regalos.

Por donde voy retumban los éxitos de siempre, en las voces de Buitraguito, Joselito, Pastor López y un sinnúmero de artistas que viven su resurrección cada año durante el mismo periodo, con su banda sonora de fondo, me dispuse a escribirle una carta al barbado del polo para solicitarle algunas cosas que me gustaría recibir, de ser posible el 24 o en el menor tiempo posible, según lo estime conveniente el benefactor.

Querido Papá Noel, 

Decidí escribirte para ver si contigo tengo mejor suerte que con las cartas de reclamación a las superintendencias o las diferentes empresas de servicios, ya sean de telefonía celular, cable o cualquier otra de las que desafortunadamente dependemos cada día.

Pensé en pedirte inicialmente un trabajo nuevo, un auto nuevo, una novia que no viva con sus padres, un celular con sensores para indicarme cuando lleve mucho tiempo en twitter o escribiendo por WhatsApp y un diccionario del reguetonero para entender a los demás en las conversaciones y tertulias de hoy.

Cuando ya casi tenía lista la carta con mis peticiones me di cuenta que estaba pecando de materialista y que seguramente algunas de las cosas que escribí estaban fuera del alcance de tú gélida corporación.

Se me vino a la mente la idea de pedir cosas que no sólo me favorecieran a mí, sino que de paso generaran bienestar para los demás,  me apresuré entonces a solicitar un retiro pacífico en alguna de las islas Aleutianas para la siguiente lista de personajes, de los cuales, el país merece descansar:
Álvaro Uribe & sons (seguidores también), Carlos Antonio Vélez, el cantante del gol y compañia, Roy Barreras, Gina Parody, Enrique Peñalosa, Roberto Gerlein, Alfredo Rangel, Alejandro Ordoñez, Darío Arizmendi, Eduardo Merlano y todo el conjunto de participantes de los realities colombianos, sin importar el canal privado al que pertenezcan.

Ya entrando en un terreno más espiritual y etéreo, me atrevo a pedirte que impregnes de tranquilidad a los conductores bogotanos, alejes de ellos todo rencor contra el peatón y contra el ciclista, todo odio contra cualquier vehículo que tengan a sus costados y  les permitas superar la adicción por el pito y el madrazo.

Asimismo, te pido que proveas de una silla permanente  roja o azul a cada uno de los señores, señoras y jóvenes que a diario están dispuestos a agredir por lograr uno de los puestos en transmilenio sin importar cuántos niños, ancianos, discapacitados y mujeres embarazadas tengan que viajar de pie.

Para aquellos que sólo saben putear, amenazar y practicar el matoneo  a través de las redes sociales, ya sea promulgando ser seguidor de un equipo de fútbol, de un ex presidente, o simplemente un rebelde que no necesita nada ni a nadie en su vida, te pido que les proveas la última edición del diccionario de la RAE para que por lo menos puedan insultar con algo más de variedad y mejoren su limitado léxico.

Sobre este último ítem, también te ruego que a las que todo el día escriben sobre sexo les brindes la oportunidad de experimentarlo para que puedan despegarse de su dispositivo y darse cuenta que lo virtual no tiene punto (G) de comparación con la realidad.

Por último, te pido con el corazón en la mano, que todos aquellos que viven en Bogotá pero nunca tienen una palabra positiva para la ciudad donde estudian, trabajan, comen y respiran, encuentren su lugar adecuado en el mundo o experimenten un cambio que les permita desarrollar algo de gratitud y respeto.

Santa, Noel, San Nicolás o como prefieras que te llamen, espero no haber abusado de tú condición ni de tú tiempo y mucho menos, quitarte las ganas de sobrevolar el cielo colombiano por temor a no poder cumplir con estas peticiones o ser derribado por alguno de los diferentes frentes en pie de lucha.

Me despido, deseándote la mejor de las navidades.

Daniel

Muy bien, espero no molestarlos al compartirles mi carta y les deseo a todos una feliz navidad.
Hasta pronto

1 comentario:

  1. Hola hijo, muy bueno tu blog.Sin emabargo creo que la lista de tus peticiones se te queo corta para que este pais nuestro cambie de verdad.

    ResponderEliminar