miércoles, 4 de julio de 2012

De paseo por las nubes


Hoy la selección española de fútbol vive un momento único e inolvidable. Los triunfos conseguidos en las últimas dos Euros y el mundial de Sudáfrica han llevado a los ibéricos a un estado de éxtasis y triunfalismo desbordado en el que han perdido algo de la brújula histórica del deporte más popular del mundo.

Es increíble ver la euforia con la que la prensa española ha llenado de calificativos a su selección, cero razonamiento y 100% corazón y emoción, los mismos periodistas  a los que les cuesta desligarse del merengue o los blaugranas, ha caído de manera conjunta en el limbo del hincha ciego, llegando a extremos ridículos como desconocer la historia de los que hoy son pentacampeones.

No cabe duda que esta generación de futbolistas españoles es fantástica y el fútbol que practican es por momentos lírico en un universo de matemáticos, físicos e ingenieros que diseñan partidos como si de estrategias de guerra o inteligencia militar se tratara.

Da gusto ver jugar a Xabi, Iniesta, Fabregas, Alba, Alonso; da alegría saber que un caballero como Del Bosque luche por una idea y la mantenga sin recurrir a las mañas camorreras de algunos (Mourinho por ejemplo) o al conocido catenaccio con el que los italianos han llenado de títulos sus vitrinas.

Sin embargo, España es un adolescente en la historia del fútbol a nivel de selecciones y no puede comparar su palmarés con el de Brasil, Italia y Alemania, quienes, sin importar el ahora, han construido una historia brillante basada en triunfos continuos y la regularidad en su jerarquía como conjuntos.

España no ha vencido con categoría a Brasil o Argentina en una justa mundialista como para hablar de un equipo por encima de estos dos gigantes latinoamericanos. Ya sea por el calendario o por las circunstancias, los ibéricos no se enfrentaron a ninguno de los favoritos suramericanos para ganar su primer mundial.

Por supuesto, España no tiene la culpa de que esto sea así y lo que han ganado ha sido en franca lid (aunque los croatas podrían debatir esto). Sé que muchos van a pensar que estoy en contravía de lo que dicta la razón, sobre todo con los más recientes resultados pero la verdad es que ya conozco las consecuencias de ese triunfalismo desmedido.

Escuchar a los narradores y comentaristas españoles calificando de dioses a Iniesta, Xabi y Casillas, gritando sandeces hasta dos días después del triunfo en las que ni el Brasil de Pelé sería rival para la roja es algo totalmente desbordado.

Croacia con muy poco, disciplinada y ordenada estuvo a punto de derrotar a esa misma selección a la que hoy el mundo le queda pequeño. 

Es claro de dónde viene nuestro triunfalismo folclórico, de quién heredamos esa enfermedad que tanto daño le ha hecho a Colombia. Una victoria y somos favoritos a todo, una derrota y volvemos a nuestra realidad mediocre y en la cual los triunfos son accidentes, rara vez, producto de procesos o trabajos bien planificados.

España es un justo campeón de un torneo en el que Holanda, actual sub campeón del mundo, salió en primera ronda sin ganar un solo punto. Esperemos a la copa de confederaciones y la copa del mundo 2014 para ver a la roja en acción y medir hasta dónde llegará esa euforia y el buen fútbol que nos han entregado.

Tengamos presente que en la final de la Champions no estuvo ningún equipo español y que selecciones como Paraguay, Croacia y Portugal han hecho ver mal a esa misma selección hoy llamada “invencible”.

La humildad hace parte de los verdaderos ganadores, esos que fanfarronean y restriegan sus triunfos a quien pase por su lado, terminan dando explicaciones de sus derrotas y justificando las malas actuaciones que en algún momento llegan. Ojalá todos siguieran el ejemplo de Del Bosque que con absoluta serenidad asume las victorias y las derrotas, cosa que ni el periodismo, ni algunos de sus jugadores hacen.

Espero ver un enfrentamiento de España con Brasil o con Argentina en la próxima copa del mundo para poder certificar eso de equipo invencible por parte de los ibéricos o simplemente comprobar mi teoría acerca de la suerte de campeón que los ha acompañado hasta ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario