Recientemente se celebró el día mundial de la libertad de
prensa, gremios, asociaciones y colegas en general, realizaron pronunciamientos
sobre la importancia de la independencia a la hora de ejercer nuestra profesión,
además de recordarle a los gobernantes de turno la necesidad de informar sin
restricciones ni censura.
Muy emotiva la jornada, aunque nada más lejano a la realidad
que el tema de la independencia de nuestros medios y su transparencia a la hora
de informar a la sociedad, especialmente en nuestro país.
Para nadie es un secreto que los medios más importantes de
Colombia son parte de grupos económicos privados que influyen abiertamente en
las decisiones políticas y toman partido al momento de respaldar o no a los gobernantes.
Los medios de comunicación más importantes del país en
televisión, radio, prensa y hasta en el mundo digital, son financiados por
estas familias que durante los últimos 50 años han marcado el derrotero
económico y político de un país en el que el poder está en sus manos.
Por esta razón hablar de independencia o libertad de prensa
cuándo cadenas como RCN y Caracol tanto en televisión como en radio y en sus
sitios web han tomado partido en favor o en contra de diferentes personajes de
la política nacional suena algo descabellado.
Por supuesto que estas cadenas tienen periodistas decentes
que desde su posición intentan mantener cierta independencia pero que al final
terminan siendo indiferentes frente a las actitudes descaradas de sus
directivos y la manipulación que hacen de la información para favorecer los
intereses de un sector en particular.
Quién puede debatir que RCN es la cadena del ex presidente
Uribe, cuando éste necesita un respaldo, una tribuna, un empujón, la cadena
está dispuesta a poner todos sus medios a su servicio sin ninguna vergüenza o
timidez.
El nombramiento de Pacho Santos como director de noticias en
RCN la Radio fue el respaldo final que necesitaba la parcialidad uribista, un
hombre cuestionado profesionalmente y con salidas casi circenses en sus
intervenciones que más que generar polémica o controversia, generan estupor y
pena entre el gremio.
Caracol parece más imparcial en este campo pero ha puesto sus
medios informativos en contra de la izquierda colombiana, dejando un manto de
duda sobre la profundidad con la que manejan la información y pasando de la
denuncia a la persecución en casos como el del Alcalde Petro. Aclaro que no
defiendo la gestión de Petro y si lo hace mal lo diré sin problema pero creo
que se debe juzgar con el mismo rasero que a cualquier otro mandatario.
En cuanto a los medios impresos, estos siempre han tomado
partido de acuerdo a la orientación de las familias que los lideran y también
han caído en el tema de la censura con ejemplos como el caso de la columnista
López por todos ya conocido.
Colombia no es un caso único, es uno más entre los que se ven
alrededor del mundo, los medios pertenecen a los grandes grupos quienes saben que
el mayor poder que existe es el manejo de la información.
Existen algunos casos ejemplares como el de Noticias UNO que
bajo la batuta de Daniel Coronell ha mantenido una línea de denuncia e
independencia que con altas y bajas ha luchado contra toda una maquinaria
amenazante y violenta.
Muchos colegas han mantenido la bandera de la denuncia y de
la lucha por la libertad en alto, algunos han perdido la vida en el intento, otros
han tenido que refugiarse en países ajenos o simplemente han desistido desmotivados
por el poco respaldo recibido. Por todos ellos el día de la libertad de prensa
tiene sentido.
Los medios no escapan de la indiferencia de nuestra sociedad,
de hecho asumen sus mismas actitudes, informan pero no van más allá, se
conforman con preguntar al acusado y al acusador pero sin analizar, y como
Pilatos dejan que el pueblo sea el que condene inducido por las grandes
maquinarias.
Solo en un país como el nuestro los falsos positivos,
asesinatos selectivos, desapariciones como las del Palacio de Justicia y una
corrupción desmedida, protegida por un sistema de justicia con tantos vacíos
como incoherencias, son noticias pasajeras que sirven para llenar secciones.
En comunidades y sociedades sin la indiferencia de la
nuestra, todo esto generaría caídas de gobiernos, movilizaciones articuladas y
conscientes que provoquen cambios, revocatorias, renuncias, decretos. En la
nuestra siempre habrá un reinado, un carnaval, un partido de fútbol, un
escándalo de farándula que sea más importante que la denuncia y el seguimiento.
De todos nosotros, colegas y amigos, depende generar cambios,
auditar a nuestros medios, llamar su atención frente a lo realmente importante,
acabar con la censura, ir hasta el final de los procesos, acabar con la
impunidad. Es nuestra responsabilidad, no la cedamos, no la negociemos.
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