lunes, 23 de enero de 2012

Se viene el fútbol colombiano

Estamos a pocos días del inicio del rentado profesional en Colombia. 18 equipos han hecho su mayor esfuerzo para conformar nóminas que atraigan a su afición y brinden un espectáculo medianamente decente en medio de la mediocridad y las necesidades que abundan en nuestro campeonato.

Seguramente muchos directivos se frotarán las manos después de la destitución de Jairo Clopatofsky quién pese a no ser la panacea como Director de Coldeportes por lo menos mantuvo en vilo a más de un equipo profesional por sus malos manejos y las deudas con jugadores y empleados.

Una vez más empieza una liga con clubes quebrados, llenos de deudas y demandas, que extrañamente contratan jugadores internacionales cuando aún le deben salarios a ex jugadores y ex técnicos. El fútbol colombiano, muestra absoluta de la realidad del país, no puede estar ajeno a los escándalos y a la corrupción reinante por estos lares.

Sumado a todo lo anterior, este año comenzamos con el problema de los derechos de transmisión por televisión. Los dirigentes, hombres en su mayoría dotados de una gran sabiduría, han optado por pensar que el espectáculo que representa el fútbol colombiano debe verse reflejado en millones de dólares por derechos de televisión. No los culpo. ¿Quién se querría perder un partido entre Patriotas y Equidad o entre Pasto y Real Cartagena? Más aún si tiene la opción de verlo en HD.

Por supuesto, está jugada maestra de Jessurum y su corte puede generar algún beneficio económico inmediato a sus arcas pero seguramente se convertirá en el entierro de quinta que siempre han procurado con vehemencia este grupo de intelectuales que rigen el destino de nuestro balompié.

Seguramente algunos fervientes aficionados estarán haciendo los trámites respectivos para cambiar de operador de cable y están en todo su derecho. Yo la verdad, prefiero ir al estadio cuando pueda y ver los partidos de mi Santafé a través de la web.

Vamos a ver que nos depara este torneo, ya el tiempo nos dirá si la fuerte chequera de Ardila Lule se impondrá sobre los esfuerzos estoicos de los demás equipos por conformar su plantilla. Espero que los equipos piensen más en entregarse de lleno dentro del rectángulo de juego y no en volver figuras a sus bufetes de abogados, entablando demandas hasta por la fecha de vencimiento de los palos de queso que venden en las tribunas.

También, y aunque suene utópico, espero que los equipos que compiten en torneos internacionales reciban la colaboración de los demás clubes para poder tener una figuración digna en certámenes de los que hace rato somos el hazme reír en Suramérica.

Otra vez, escucharemos los nombres de Ricard, Bedoya, Prono, Morantes, Carpintero, Pepe Moreno y Alex Viveros, entre otros, quienes pese a tener un abdomen protuberante seguirán siendo figuras de nuestro torneo y en algunos casos hasta cumplirán el sueño de jugar al lado de sus hijos en el mismo equipo, algo que sólo permite la categoría del rentado nacional.

En fin, arranca nuestro fútbol que con todo y sus males es lo único que tenemos, es nuestra fiesta y como tal debemos vivirla en paz, apoyar a nuestro equipo y respetar al adversario. Colombia no puede seguir siendo un país violento incapaz de disfrutar este tipo de espectáculos con algo de aplomo. Los invito a que demos el ejemplo y aprendamos a ser grandes en la victoria y más grandes en la derrota. Bienvenido el fútbol.

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